¿Te da miedo hablar un nuevo idioma?

Probemos estas técnicas 

Según los expertos, en el mundo actual se hablan más de 7.000 idiomas. Si bien no es posible aprenderlos todos, cada vez es más común hablar un segundo idioma. El Journal of Neurolinguistics estima que casi la mitad de la población mundial (43%) habla un segundo idioma, mientras que el 17% habla varios idiomas a la vez. Esto nos demuestra que aprender un nuevo idioma no es tan difícil como algunos piensan.

El hecho de que puedas leer en un segundo idioma nos dice que ya tienes una sólida comprensión. Pero ¿Cómo calificarías tus habilidades para hablarlo? Los estudiantes que aprenden un segundo idioma aseguran que la parte oral es la que más desafíos les plantea en su aprendizaje, mucho más que escuchar o escribir.

Nosotros solemos ser nuestros peores críticos, y esto se nota claramente cuando intentamos hablar. Hablar en público o hacer una presentación en nuestro idioma puede ser increíblemente estresante, pero hacerlo frente a otros en un idioma extranjero es infinitamente más agobiante.

¿Te da miedo hablar un idioma extranjero? Te compartimos 10 estrategias que te ayudarán a hablar.

1. No tengas miedo de hacer el ridículo: la mayoría de las veces, todo está en tu cabeza. Asumimos que los demás nos juzgan debido a nuestro acento, voz y habilidades para hablar. Pero con valentía podemos superar esos imaginarios. Si las personas que te rodean te juzgan, ignóralas.
2. Los errores son la parte divertida: es comprensible que te sienas frustrado al cometer errores. Recuerda que eres humano y errar es de humanos. Además, sin errores no hay aprendizaje.
3. Establece objetivos realistas: recuerda que el aprendizaje de un idioma es ante todo un proceso. No hay atajos. Algunas personas tienen la capacidad natural para aprender más rápido que otras, o simplemente se esfuerzan más. Analiza tu camino de aprendizaje y traza una trayectoria. En la mayoría de los casos, se necesitan años para lograr una fluidez completa. No te desanimes si las cosas no salen según como lo planeaste. Tómate un breve descanso, luego continúa donde habías quedado.
4. Disfruta el camino del aprendizaje: no siempre se trata del destino, sino del recorrido que haces para llegar a tu meta. Tómate tu tiempo y disfruta los errores que cometas. Los errores, además de enseñar, pueden convertirse en historias divertidas que puedes revivir y compartir con tus amigos cuando ya domines el idioma.
5. Usa la tecnología que tengas a tu alcance: graba tu voz, escúchate, repite y escúchate otra vez. Aprovecha todas las herramientas de aprendizaje disponibles en línea. Para eso están, para que las utilices como millones de personas lo hacen a diario, ya sea a través del aprendizaje impulsado por IA o mediante guías de pronunciación. Asegúrate de grabar y ver clips de ti mismo hablando, ya que esto te ayudará a identificar áreas de mejora y a hacer un seguimiento de tu progreso. Eso te motivará a seguir adelante.
6. No te apresures: sabemos que estás bajo presión para presentar tu idea, pero ten en cuenta a los oyentes. Reducir la velocidad y respirar entre oraciones ayudara a que tu audiencia te entienda mejor, dándote tiempo para manejar tu nerviosismo y cometer menos errores al poder elegir tus palabras con cuidado.
7. Di las cosas como tú crees que debas decirlas: lo que hace a un buen orador no es su vocabulario o acento. Lo verdaderamente importante es pronunciar tu discurso con autenticidad y entusiasmo. Hablar con convicción demuestra que estás genuinamente interesado en las ideas que estás expresando, lo cual provoca una respuesta positiva en los oyentes y destaca a los buenos oradores.
8. Todos tenemos un acento: la verdad es que no hay un acento estándar que sea el correcto. Hay muchos acentos diferentes incluso dentro de una misma región en países de habla inglesa. No se trata de hablar con un acento neutro, sino de hablar con claridad y ser entendido. Tu acento te hace único, ¡así que acéptalo y compártelo con el mundo!
9. Enfócate en los aspectos positivos: ahora que has hecho un seguimiento al progreso de tu aprendizaje, concéntrate en todo lo que has hecho bien. Lo más probable es que la lista de tus fortalezas sea mucho más extensa que las cosas que debas mejorar.
10. Sé indulgente contigo mismo: los milagros no ocurren de la noche a la mañana. Si te sientes abrumado, tómate un breve descanso y continúa cuando te sientas mejor. Fracasar no es cometer errores o no alcanzar tus objetivos; fracasar es rendirse.

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